Mi nombre es Panox. En mi mano llevo un palo con el que quise destruir el bosque. Con mi palo todo lo que tocaba destruido quedaba. Pero Lucas, el cerdito me enseñó a disfrutar de los ricos alimentos que hay en la naturaleza. Gracias a él no solo encontré ricas y variadas formas de alimentación sino que también encontré amigos.
Mi nombre es Lucas, soy sordito y cieguito, pero a pesar de mi condición vivo muy feliz. Mi comida preferida son las trufas, por eso salgo a olfatear para encontrar ricas y sabrosas trufas. En el bosque todos me quieren y también me ayudan a cuidar.
Mi nombre es Aviva y encontré la primera semilla, gracias a este descubrimiento surgieron los bosques. Las ninfas salieron de sus cuevas y en protectoras de la naturaleza se convirtieron.
Mi nombre es Adira, la ninfa del arco iris. Al cielo le doy color, cuando todo parece triste, sale el sol y junto a él estoy yo. Mucho se ha dicho sobre lo que hay al final del arco iris. Las personas creen que allí se un cofre con monedas de oro, pero el tesoro más grande es el que la tierra les brinda. A los humanos quiero devolverles la fe, por eso la naturaleza me ha dado el don de aliviar al que se sienta mal. Si tu corazón triste está, yo te vengo a alegrar.
Soy la ninfa que habita las cuevas, le temo a la claridad, por eso solo salgo en la oscuridad. No quiero que surgan los bosques, por eso en las noches robo las semillas para que la naturaleza no prospere. Quiero que las ninfas regresen a las cuevas, pero cada vez que quiero hacer daño el bien triunfa sobre el mal.
Mi nombre es Adrián y soy el campanero del pueblo de Arcadía. Tengo un gran poder. Puedo distinguir entre muchas otras cosas, los diferentes cantos de las aves, la corriente del agua y el abrir de una hoja. Un gran secreto oculto en una botella.
Soy un niño reciclador. Llegué a la calle por violencia intrafamiliar. La calle me dejó una gran experiencia, por eso aprendí a valorar el trabajo, la comida, la vida y la familia. Recorrí un gran camino buscando a mi mejor amigo, mi perro.